sábado, 16 de abril de 2011

Hermes y el Ganado de Apolo

*HERMES:
 Hermes es hijo de Zeus y de la pléyade Maya. Es considerado el mensajero de los dioses. Nació en una cueva en el monte Cileno en el cuarto día del mes, y este día le fue consagrado. (Los romanos llamaron a este dios Mercurio, y de él proviene el nombre del día miércoles).
        Desde el día de su nacimiento dio muestras de una extraordinaria precocidad. Maya, su madre, lo había envuelto con bandas de tela para evitar que se lastimara al moverse. Hermes descubrió la forma de liberarse y escapó de la cueva durante la noche, mientras todos dormían, y salió a explorar el mundo.
    Llegó a Tesalia, donde su hermano Apolo estaba pastoreando los rebaños del rey Admeto. Durante un momento de distracción de Apolo, Hermes robó parte del ganado: doce vacas, cien terneras y un toro. Los ató con ramas largas en la cola y se los llevó caminando hacia atrás, para que no pudieran localizarlo por sus huellas. El único testigo del robo fue un anciano llamado Bato.
    Hermes llevó los animales hasta Pilos, donde sacrificó dos de ellos dividiéndolos y dedicando una parte para cada uno de los dioses. Ocultó el resto del ganado, y regresó a la cueva en el monte Cileno. En la entrada de la cueva halló una tortuga. Hermes la mató, la vació y en su caparazón ató y tensó cuerdas hechas con los intestinos de los animales que había sacrificado. De esta manera inventó la lira.
    Apolo se había percatado del robo, y estaba buscando los animales perdidos. Encontró a Bato, quien le reveló la identidad del ladrón. (Según otra versión, Apolo supo quién era el culpable por medio de sus artes adivinatorias, observando el vuelo de las aves). Fue hasta el monte Cileno, y reclamó a Maya el robo efectuado por su hijo y exigió la devolución de su ganado. Pero Maya le mostró a Hermes dormido en su cuna, y le preguntó cómo un recién nacido podría ser un ladrón de ganado.
    Apolo acudió a Zeus, quien ordenó a Hermes que restituyera las reses robadas. Sin embargo, Apolo había oído la música que Hermes producía con su lira, y maravillado, le dejó sus animales a cambio del instrumento.
    No fue la única vez que se realizó una transacción semejante. Años después, cuidando de su ganado, Hermes aprovechó un momento de reposo para inventar la flauta. Apolo también quiso tener este instrumento, y Hermes accedió a entregársela a cambio de su cayado de oro y de que le enseñara el arte de la adivinación. Es por esto que la vara dorada, el caduceo, es uno de los atributos de Hermes. Además de las enseñanzas de Apolo, Hermes aprendió también a adivinar el futuro por medio de pequeños guijarros.
    Zeus estaba complacido por la habilidad de su hijo, y lo nombró su heraldo, para que estuviera a su servicio y al de los dioses del Infierno, Hades y Perséfone. Además protege a muchos héroes, como Ulises, Heracles y Perseo. Cuando Io, amante de Zeus, fue transformada en vaca y puesta por la diosa Hera bajo la custiodia del monstruo de múltiples ojos Argos, fue Hermes quien lo durmió con su música y le dió muerte, liberando a Io.
    Hermes es representado a menudo con casco y sandalias aladas, con el caduceo en la mano. A veces se le muestra también llevando un cordero en los hombros, y se le llama entonces Hermes Crióforo. Guiaba y protegía a los viajeros, y en las encrucijadas de los caminos se levantaban imágenes suyas, pilares en cuya parte superior estaba esculpida el torso de su figura. También es el dios tutelar del comercio. 
 

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